El Papa Francisco sostiene una rama de palma mientras celebra el Domingo de Ramos a puertas cerradas en la misa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano./AFP.


El papa Francisco pidió este domingo ante una plaza vacía en la basílica de San Pedro, en El Vaticano, valentía para enfrentar la pandemia de coronavirus, que ya se cobró la vida de 65.000 personas en el mundo, aunque una luz de esperanza surge en España.

El llamado del sumo pontífice en la misa de Domingo de Ramos llegó luego de que el presidente Donald Trump pidiera a los estadounidenses prepararse para una semana "horrible" y antes de un inusual discurso de la reina Isabel II que pedirá este domingo a los británicos asumir unidos el "desafío" de la pandemia.

"Mirad a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días. No son los que tienen fama, dinero y éxito, sino son los que se dan a sí mismos para servir a los demás. Sentíos llamados a jugaros la vida. No tengáis miedo de gastarla por Dios y por los demás: ¡La ganaréis!", dijo el papa en una basílica vacia, salvo por un puñado de religiosos y religiosas, sentados cada uno en un banco.



Los implacables número de la enfermedad COVID-19 no dejan de aumentar: hasta este domingo había más de 1,2 millones de contagios en 190 países y 65.272 muertos desde que el virus apareció en China en diciembre, según el último conteo de AFP.

Más de 47.000 de las muertes están en Europa, pero España e Italia, los más golpeados y ya con sus sistemas sanitarios colapsados, registran una caída de la llegada de enfermos a los hospitales.

"Empezamos a ver la luz al final del túnel", dijo el jefe de gobierno español Pedro Sánchez, que el sábado extendió hasta el 25 de abril el estricto confinamiento que lleva ya tres semanas en España.

Las cifras parecen sostener su esperanza. Este domingo, el país observó un descenso por tercera jornada consecutiva, su parte diario más bajo de los últimos diez días, con 674 muertos. Hasta ahora, 12.418 personas han perdido la vida por la COVID-19 en España.

De crecer diariamente cerca del 30%, el número de muertes aumentó en un 5,7% en las últimas horas.

Italia, que tiene el récord mundial con 15.362 muertos, también reporta avances. El sábado tuvo 681 fallecimientos, un descenso de más del 10% y los pacientes en cuidados intensivos bajaron a menos de 4.000, por primera vez desde el inicio de la crisis.

"Es una noticia importante porque permite a nuestros hospitales respirar", declaró el jefe de protección civil de Italia, Angelo Borrelli.

A diferencia de España e Italia, Estados Unidos está en plena explosión de la enfermedad y ya supera los 310.000 casos y los 8.500 decesos. "Esta probablemente será la semana más dura (..). Habrá muchos muertos", advirtió Trump, al admitir que el país está entrando en un "periodo que será muy horroroso".

El estado de Nueva York, epicentro de la crisis en Estados Unidos, tuvo su peor jornada el sábado con 630 muertos en un día.

En el Reino Unido, que ya supera los 4.300 muertos, la situación es tal que la reina Isabel II exhortará el domingo a los británicos a afrontar la crisis con fuerza, autodisciplina y compañerismo, en un inusual discurso a la nación.

Según el Palacio de Buckingham, la reina agradecerá al personal sanitario y a otros trabajadores sus esfuerzos durante la crisis. "Es un periodo cada vez más desafiante", le dirá a los británicos.

- América Latina supera los 30.000 casos -
La pandemia también avanza en América Latina, que registraba este domingo casi 30.400 casos confirmados y 1.052 muertos.

Brasil registra un tercio de los casos, con 10.278 enfermos, y tiene también el mayor número de muertos, 432.

Se avecina la "fase más aguda" de la pandemia, reconoció un informe del Ministerio de Salud de Brasil, cuyo presidente Jair Bolsonaro ha minimizado la enfermedad y ha rechazado las medidas de confinamiento y distanciamiento social.

Chile (4.161 contagios y 27 muertos) se encuentra en segundo lugar. Pero en América Latina la enfermedad tuvo escenas de horror en Ecuador (3.465 casos y casi 180 muertos), donde unos 150 cadáveres yacían en viviendas y calles de la ciudad de Guayaquil, en medio del caos por el colapso de los servicios funerarios.

En América Latina, al igual que en África, hay países con sistemas sanitarios frágiles o muy deteriorados, y gran parte de sus poblaciones viven del sector informal, lo que hace muy difícil aplicar las medidas de confinamiento.